El origen de la tierra puede estar en marte

¿Qué será de la Tierra dentro de millones de años? Probablemente, si el planeta tuviera que buscar su futuro en un espejo se miraría en la cobriza superficie de Marte. El planeta rojo presenta demasiadas semejanzas con la Tierra como para pensar que se trata de una mera coincidencia. De hecho, las analogías entre ambos planetas conforman uno de los pilares sobre los que se sustentan las investigaciones que buscan vida en Marte.

Jesús Martínez-Frías (Doctor en Ciencias Geológicas e Investigador Científico del Centro de Astrobiología CSIC/INTA asociado a la NASA Astrobiology Institute, entre otros muchos méritos) ha dedicado gran parte de su actividad investigadora a buscar la verdad sobre el origen de la Tierra en su vecino más parecido: Marte. No se podía pasar por alto la posibilidad de acercar al gran público un tema que, cuando menos, despierta la curiosidad de cualquiera que se pregunte por su propia existencia. La oportunidad vino de la mano del ciclo de conferencias que la Universidad Carlos III de Madrid organiza con motivo del 400 aniversario del telescopio de Galileo. Bajo el título de "Astrocharlas", investigadores del ámbito universitario divulgan la actualidad científica de una manera "apta para todos los públicos".

Ya en los prolegómenos, Frías adelantaba los pilares sobre los que se sustenta la investigación sobre la existencia de vida marciana: meteoritos, misiones y análogos terrestres.

Meteoroides, meteoros y meteoritos: la información del espacio intergaláctico

Según la Royal Astronomical Society, un meteoroide es un cuerpo menor del sistema solar que entra en contacto con la atmósfera; mientras tanto, el término "meteoro" es usado para designar al efecto visual y sonoro que produce su desintegración al tomar contacto con la Tierra. Los meteoritos son, por el contrario, los meteoroides que consiguen sobrevivir al impacto y pueden ser recogidos en la tierra. De ellos se obtiene gran parte de la información relevante sobre el planeta rojo. Según las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento, los componentes de los meteoritos son comunes en la mayoría de cuerpos del sistema solar. Frías aclara este punto: "son la materia primigenia de nuestra galaxia; contienen agua y otros elementos químicos cruciales para la vida. De hecho, de no ser por cierta lluvia de meteoritos hace millones de años, la atmósfera terrestre jamás se habría creado". Se trata de la misma lluvia de meteoritos causante de una de las extinciones bióticas más señaladas: la que acarreó la desaparición de los dinosaurios de la faz de la tierra.

De no ser por Alexander von Humboldt y Eff Chladni, ambos científicos del siglo XVII, nada de esto hubiera sido posible. Ellos fueron los primeros en determinar que los meteoritos venían del espacio exterior. Sus ideas, al igual que suele pasar con el resto de teorías de los adelantados a su tiempo, tardaron en ser aceptadas. Incluso el famoso químico Antoine Lavoisier, responsable de la archiconocida ley de conservación de la masa, llegó a poner en duda sus investigaciones para, posteriormente, retractarse y dar la razón a Chladni.

Resulta difícil imaginar el desarrollo actual en materia de astrobiología de no ser por la conjunción de mentes como las de Galileo, Chladni y --más recientemente-- Einstein (que, con la Teoría Especial de la Relatividad consiguió explicar el movimiento de la órbita de Mercurio).

Las máquinas toman Marte

Las mentes brillantes podrían ser consideradas una fuente de energía renovable: nunca se acaban. A diferencia de lo que ocurre con el petróleo o el gas natural, siempre habrá mentes curiosas dispuestas a discurrir a favor del progreso. Frías, como miembro del Centro de Astrobiología CSIC/INTA asociado a la NASA Astrobiology Institute, trabaja en cooperación con brillantes ingenieros para desarrollar una de las próximas misiones que pisará Marte: el Mars Science Laboratory (MSL). Un complejo "laboratorio portátil" que, según lo previsto, será lanzado en 2011. Como se observa en el vídeo adjunto a continuación, gracias al MSL será posible analizar la estructura geológica del planeta con el fin de buscar similitudes con la Tierra:



El planeta rojo está más cerca de lo que pensamos

Concretamente en Riotinto, provincia de Huelva. Allí, en sus antiguas excavaciones mineras, se encuentra uno de los parajes terrestres más similares a la superficie marciana. El río que da nombre a la localidad presenta altas concentraciones de piritas y mineral de cobre, componentes que dotan al río de un peculiar color rojo. Frías explica lo curioso de este suceso: "Esta eventualidad hace que en él se puedan observar características muy similares a la superficie marciana. En Riotinto se ha llegado a encontrar una bacteria que metaboliza los minerales presentes en el agua; minerales que también se encuentran en Marte, lo que da que pensar: si una bacteria puede vivir en esas condiciones en la superficie terrestre, ¿por qué no iba a hacerlo en otro planeta? Es más, está demostrado que estas bacterias pueden alimentarse de meteoritos procedentes de Marte".

Frías termina su conferencia con más de media hora de retraso sobre lo previsto, pero el público no se cansa. A la exposición del científico le sigue un turno de preguntas de media hora que, más que para aclarar puntos de la conferencia, sirvió para que los presentes instaran a Frías a conjeturar sobre el futuro de sus investigaciones. Admitámoslo, el cine de ciencia ficción ha dejado huella en el subconsciente de todos los que creen en la vida extraterrestre; Marte es (y, con toda seguridad, lo seguirá siendo) el destino favorito de las mentes de los soñadores para fantasear con un octavo pasajero al más puro estilo Alien.

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